Dos versiones radicalmente opuestas de un mismo episodio. Un taxista de Castellón y un vecino de la urbanización de la Torreta se acusan mutuamente de agresión y se han cruzado sendas denuncias en la comisaría de la Policía Nacional de Castellón.

El cliente sostiene que pidió un taxi para regresar a su casa, tras asistir a una fiesta con amigos. Subió al vehículo de madrugada, en compañía de su esposa, y el trayecto se convirtió en un infierno.

El hombre asegura, según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas al caso, que el conductor le faltó al respeto, presuntamente, por haber bebido alcohol, recriminándole su estado, criticando la situación y recordándole que era un adulto.

Según relató el matrimonio a los agentes, en un cierto punto de la carrera, dijeron al taxista que se querían apear del vehículo, al sentirse incómodos con el trato recibido. Al detener el conductor el automóvil, la pareja afirma que la emprendió a golpes con el varón, que resultó herido.

Marido y mujer se personaron, tras acudir a un centro médico de la capital de la Plana, en la comisaría provincial para presentar una denuncia por lo ocurrido, junto con un parte médico por policontusiones. Su sorpresa fue que, al llegar ante los agentes, estos les comunicaron que la persona a la que querían denunciar ya lo había hecho previamente. Ese mismo día el conductor había declarado ante los efectivos su versión de la historia.

Según él, el matrimonio se montó en su taxi, adoptando una actitud inadecuada, obligándole a parar durante el recorrido para que el hombre, supuestamente, vomitara, manchándole, al parecer, los cristales del vehículo. Cuando el chófer le recriminó su estado, él y su esposa decidieron no pagarle la carrera. La policía tiene ahora la tarea de dilucidar quién de los dos dice la verdad. H