Un vecino de Castellón se sentó ayer en el banquillo de la Sección Primera de la Audiencia Provincial para enfrentarse a ocho años de prisión por una presunta agresión sexual a su prima en un descampado próximo al grupo San Lorenzo de la capital.

La joven declaró tras un parabán y entre sollozos, asegurando al tribunal que su familiar la llevó a una casa en ruinas tras pasar juntos y con dos amigos una noche de fiesta. «Me dijo que me acompañaba a casa y que me iba a cuidar porque era mi primo, pero me cogió por las muñecas, me tiró sobre un colchón y me violó en una casa abandonada», explicó la víctima, angustiada.

Por su parte, el procesado, que se encuentra en prisión preventiva, negó los hechos. Dijo que esa noche había tomado alcohol y cocaína y acusó a la víctima de haber consumido las mismas sustancias --aunque el resto de testigos lo negaron o no pudieron confirmar este extremo--.

«La acompañé para que orinara en un descampado y cuando acabó salió con los pantalones bajados y se tiró a darme un beso. Yo le dije que éramos primos y que eso no estaba bien», relató el investigado, quien incidió: «Teniendo un piercing en mis partes íntimas, si la hubiera forzado, ella tendría lesiones». Por su parte, las forenses que reconocieron a la chica no apreciaron heridas.

Tras la presunta agresión, el acusado dijo a la joven que no contara a nadie lo ocurrido.