La acusación pública ha reclamado este martes al tribunal de la Sección 1ª de la Audiencia Provincial de Castellón la pena máxima de prisión por 10 años a razón de un presunto delito de abuso sexual para un joven que supuestamente habría mantenido relaciones íntimas sin el consentimiento de la víctima mientras ésta se encontraba durmiendo en su domicilio.

Los hechos del litigio se produjeron hace dos años en el mes de abril cuando, según relataron las partes, ambos se hallaban en la misma vivienda tras haber salido antes de fiesta con un grupo de amigos. La mujer ha señalado que dormía en ese instante y despertó en el momento en que se percató de que el varón se encontraba abusando sexualmente de ella, lo que le provocó un «estado de shock». Mientras, el investigado ha confesado en la sala que practicó «tocamientos» a la víctima, aunque ha negado otro tipo de abuso.

La situación acontecida, tal y como relata la parte demandante y recoge la Fiscalía en su escrito de conclusiones, ha provocado a la joven «ansiedad y un alto grado de inestabilidad emocional». Al fin de acreditar esta cuestión se han aportado ante la sala sendos informes psicológicos y forenses a modo de prueba con la participación de los profesionales sobre los que recayó su elaboración.

Por su parte, la Fiscal ha mantenido la petición de ochos años de cárcel formulada inicialmente, al considerar que los hechos habían quedado acreditados, ya que «el amigo aprovechó que estaba profundamente dormida y se metió a la cama para tener un contacto carnal con ella», por lo que «en ningún momento hubo consentimiento» para que esto sucediera.

Además, el Ministerio Público ha concluido que «la declaración de la víctima es coherente y sin contradicciones a pesar del tiempo concurrido y de haber tardado cinco meses en denunciar», haciendo referencia al apunte de la defensa que afirmó «no haber probado la credibilidad» de la demandante.

«Pena abusiva»

El letrado del joven investigado ha mostrado su oposición a las peticiones de cárcel de la víctima y la Fiscal y las tildó de «abusivas» al situarse al máximo del delito tipificado en el Código Penal, que va desde los cuatro a los diez años, «pese a no haber tampoco agravantes».

Además, ha insistido en que «el relato se ha ido construyendo a lo largo de los dos últimos años», aunque mantuvo la calificación de abuso sexual, pero con la horquilla de uno a tres años de prisión a causa de la admisión de los tocamientos.

Por otro lado, acusación y Fiscalía han añadido la solicitud de una indemnización de responsabilidad civil de entre 10.000 y 15.000 euros, así como de una orden de alejamiento.