La eficaz actuación de varios policías locales de Castellón fue clave ayer para auxiliar a un hombre, de 56 años, que sufrió un infarto en un bar de la Ronda Mijares. Todo sucedió sobre las 12.30 horas, cuando los trabajadores del establecimiento alertaron al 112 porque uno de los parroquianos había comenzado a sentirse mal. La cosa parecía grave, de modo que todos los presentes se movilizaron, viendo que la víctima perdía la consciencia.

Dos patrullas de la Policía Local de Castellón se personaron de inmediato en el local y emplearon, para intentar reanimar al hombre, el desfibrilador que llevaban en el coche patrulla --un aparato novedoso en los vehículos policiales y del que el Ayuntamiento de Castellón los dotó para poder actuar con rapidez ante posibles emergencias antes del inicio de las fiestas de la Magdalena--.

Los efectivos lograron estabilizar el pulso del afectado, practicándole un masaje cardíaco intenso hasta la llegada de los medios sanitarios. No fue necesario aplicarle el electrochoque a la víctima, ya que se trata de una medida extrema y agresiva.

«Los policías han entrado corriendo en el bar, han atendido al hombre muy rápido y parece que eso le ha salvado la vida», relató a este diario una testigo.

Una Samu y un Soporte Vital Básico (SVB) asistieron al hombre en el local y estuvieron casi una hora atendiéndolo, antes de trasladarlo en ambulancia al Hospital General de Castellón. Finalmente, fue evacuado a las 13.30 horas con pronóstico grave, según confirmaron fuentes la Policía Local a este periódico.

El tráfico en la zona se vio seriamente afectado por el suceso. Las colas fueron importantes en la Ronda Mijares durante la actuación policial, ya que las ambulancias y patrullas tuvieron que estacionar en uno de los carriles del vial para asistir al herido.

Varios agentes regularon la circulación en la zona para evitar la congestión del tráfico.