Un ciudadano rumano, vecino de Vila-real y sin antecedentes penales, se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Castellón y reconoció haber abusado sexualmente de la hija menor de edad de quien fuera su pareja. El hombre, que se enfrenta a una pena de prisión de 15 años --es la petición que hace la Fiscalía--, admitió haber mantenido relaciones íntimas completas con la niña, haberle realizado tocamientos, así como haber utilizado con la pequeña juguetes sexuales. El procesado se limitó a reconocer los hechos y a recordar, a preguntas de su abogada, que ha consignado unos 1.100 euros para la víctima antes del inicio del juicio oral.

La pequeña, por su parte, declaró a puerta cerrada. Según la acusación del Ministerio Público, los abusos se produjeron entre los años 2018 y 2019, cuando ella tenía entre 12 y 13 años.

AMEDRENTADA Y AMENZADA

El fiscal sostiene que el novio de su madre la amenazaba para conseguir satisfacer su ánimo libidinoso y que la amedrentaba, diciéndole que si no accedía a tener sexo con él la trataría peor.

Según el escrito de acusación provisional, estos hechos provocaron en la menor un coste psicológico, con sentimiento de vergüenza, baja autoestima y gran desconfianza en las relaciones afectivas e interpersonales con los demás, que entorpecen su desarrollo.

En juicio celebrado ayer en la Ciudad de la Justicia de Castelló declaró también como testigo la madre de la niña y expareja del acusado, quien dijo haber mantenido una relación de cinco años con el hombre. «Él pasaba tiempo a solas con la niña, la duchaba cuando era pequeña y ella le llamaba a él papá», afirmó la mujer, quien dijo no haberse dado cuenta de lo sucedido hasta que la pequeña se lo confesó. «Yo no sospechaba», relató al tribunal.

A preguntas de la defensa, la madre dijo que su hija había sufrido «violencia», «amenazas» y «castigos» por parte del procesado.

La segunda sesión del juicio se celebrará el jueves y en ella intervendrán una larga lista de peritos. En concreto, declararán, a petición de la Fiscalía, médicos del Hospital de la Plana de Vila-real, forenses, trabajadores sociales y también psicólogos, que analizarán el estado de la pequeña.

Además de la pena de cárcel, el Ministerio Público solicita que el hombre indemnice a la víctima con 12.000 euros por los daños morales ocasionados. Asimismo, aboga por una orden de alejamiento y prohibición de comunicación con una vigencia de 15 años y una medida de libertad vigilada que se prolongue durante una década a partir de la saluda de prisión del autor confeso.