Un agricultor de Benicarló, J.G.F., se llevó ayer una sorpresa desagradable. Al llegar a su huerto, ubicado en la partida Collet de la localidad, comprobó cómo alguien había robado unos 1.000 kilos de patata que había recolectado a última hora de la tarde del miércoles.

Precisamente, el hecho de haber acabado tarde de recoger y encajar las patatas, motivó que no las trasladase en ese momento al comercio con el que trabaja y le compra los tubérculos, como suele hacer. Por ello, el ladrón o ladrones tuvieron muy fácil llevarse las 80 cajas de patatas, ya que ya estaban preparadas en dos palés para trasladarlas al almacén, según ha detallado a Mediterráneo un familiar del agricultor.

Este fue además el relato que el productor agrícola trasladó al puesto de la Guardia Civil de Benicarló, donde ayer formuló su denuncia, algo a lo que le animó la propia alcaldesa de la localidad, Xaro Miralles, con quien habló nada más darse cuenta de la sustracción. Posteriormente también trasladó la denuncia a la Policía Local del municipio.

En la denuncia ante las autoridades, asimismo, consta que el precio aproximado de lo robado es de 1.000 euros, ya que las patatas las está cobrando a aproximadamente un euro el kilo.

Al parecer, para acceder al huerto, de unos 3.000 metros cuadrados, los ladrones utilizaron el único punto de todo su perímetro que no está vallado, en la parte posterior, donde el agricultor está pendiente de instalar una puerta para cerrarlo.

incidentes habituales // Desde el entorno del agricultor se señala que la partida Collet ha sufrido últimamente diversos robos. De hecho, “el lunes de Pascua ya intentaron entrar a robar en el chalet de la familia”, señala el hijo del agricultor, aunque finalmente se pudo frustrar el robo. En este sentido, el familiar concreta que en los últimos meses la zona ha sufrido “siete robos” y que a ellos habría que sumar los que se producen y que no se denuncian, como hacen “muchos agricultores”.

Precisamente, desde las organizaciones agrarias insisten en la necesidad de denunciar, porque es la única forma de tener posibilidades de recuperar el género y aumentar la vigilancia. H