Expertos de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias examinaron el disco del tacógrafo del autobús siniestrado en Avilés con tecnología que incorpora microscopios y confirmaron que el vehículo circulaba a «entre 80 y 90 kilómetros por hora», aseguraron fuentes del caso. El autocar, por tanto, rebasaba el límite de velocidad de esa zona en poco más de 10 kilómetros por hora, por lo que los especialistas consideran que no fue esta la causa del siniestro. Una confirmación que apuntala la hipótesis de que el siniestro se debió a un desvanecimiento del conductor del bus accidentado.

A pesar de que «no estaba limpio del todo», la lectura del tacógrafo es «clara» porque la tecnología de la que dispone Tráfico, a través de estos microscopios, permite ver «al detalle» los gráficos de velocidad. «Al empotrarse contra el pilar del paso elevado, desplazó el eje de la rueda por detrás de la tercera fila y había asientos doblados y arrancados», describieron las mismas fuentes, que ven más plausible una indisposición del chófer como causa del accidente que dejó un balance de cinco muertos y 15 heridos, entre ellas el propio conductor.

«Hay un testigo que circulaba detrás del autobús y hay que esperar a la evolución de los hospitalizados para ver si alguno de los viajeros vio, escuchó o notó algo, por lo que queda mucho trabajo aún por hacer», explicaron los testimonios de Tráfico.