Un ciudadano de Gambia, de 28 años, se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial para enfrentarse a su juicio por tráfico de drogas.

El hombre, con otras tres condenas similares anteriores, se enfrentaba a una pena de ocho años de cárcel, solicitada por el Ministerio Fiscal, quien mantiene que el procesado vendía droga en el Festival Internacional de Benicàssim. El acusado lo negó durante su declaración, dijo estar enganchado a la marihuana y alegó que el cannabis y el MDMA que llevaba consigo esa noche eran para autoconsumo.

Sin embargo, los guardias civiles que lo detuvieron indicaron que cuando se cruzaron con él en el cámping, el procesado intentó esquivarlos y que, además, cuando lo cachearon encontraron 18 pastillas de éxtasis entre sus pertenencias, marihuana y dinero fraccionado. «En ningún momento el investigado nos dijo que era para su consumo», declaró uno de los agentes.

El procesado fue hace unos días detenido en Madrid al tener una orden de expulsión del territorio nacional en vigor. Ahora se enfrenta a una posible cuarta condena.