Tras su incursión en la guerra de Siria e Irak, Jordi Évole prosigue la temporada esta noche con una entrega dedicada a un hueso duro de roer, Nicolás Maduro. Salvados (La Sexta, 21.20 horas) llega con mucho ruido antes y después de la grabación del encuentro, en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno de Venezuela. Antes, porque fue el propio presidente del país el que anunció la entrevista con Évole tras recibir un vídeo suyo con la petición; y después, porque el mandatario se quejó del cuestionario al que el periodista le había sometido. «Fue como si estuviera en Guantánamo», llegó a exclamar.

El reportero asegura que no hubo ningún tipo de condición previa para la conversación ni por parte del entrevistado «ni de la oposición venezolana ni de los más antigobierno». Así, en el cuestionario --según Maduro, con «98 preguntas envenenadas y dos medio suavecitas para disimular»--, aparecerán temas como la escasez de alimentos y medicamentos, la represión en las protestas de la oposición y los presos políticos.