A las rupturas matrimoniales también les salen los brotes verdes. Aquellas parejas que han permanecido juntas estos últimos años a trancas y barrancas porque su bolsillo no les permitía mantener dos casas, dos coches y dos cestas de la compra o bien han decidido que ya no aguantan más o bien empiezan a experimentar una recuperación económica que les permite decirse adiós sin más traumas. Eso es, precisamente, lo que ocurre en Castellón. Tras años de descensos, la cifra de divorcios vuelve a crecer. Y el aumento, al menos en la provincia, coincide con los primeros síntomas de recuperación.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acaba de hacer públicos los datos de nulidades, separaciones y divorcios de los nueve primeros meses del 2015. En ese periodo, 1.054 parejas de Castellón decidieron divorciarse, un 10% más que durante el mismo periodo del 2014. O dicho de una manera más clara: cada día cuatro parejas ponen fin a su matrimonio. Una cada seis horas.

Hay más divorcios en Castellón y los hay tras varios años a la baja. Desde el 2009, las sentencias de divorcio han ido a la baja (el pico se alcanzó en el 2008, con 1.509 rupturas), una tendencia que ya se rompió en el 2014 y en el 2015 parece que se consolida.

A las disputas que se le presuponen a las rupturas matrimoniales les lleva la contraria la estadística que demuestra que tres de cada cuatro divorcios fueron consensuados. Según los datos del CGPJ, de las 1.054 sentencias de divorcio dictadas en la provincia en los nueve primeros meses del 2015, el 65% fueron consensuadas (680 en cifras absolutas) y las 374 restantes (35%) no consensuadas.

Abogados y asociaciones de padres y madres separados aseguran que lo ideal es que la pareja intente ponerse de acuerdo y, cuanto antes mejor. “Conozcos casos en los que un padre ha tenido que renunciar a un trabajo porque le coincidía con el horario de visita de sus hijos y su exmujer se ha negado a cambiarlos. Eso es una barbaridad”, describe Pilar Marco, presidenta de la Asociación valenciana de padres y madres separados. Marco apela al sentido común, a la “generosidad” de ambos progenitores “por el bien de los hijos”.

Sin separación previa // Pese a que hay situaciones de conflicto, el grueso de las rupturas matrimoniales son de mutuo acuerdo y, además, las mujeres tienden más a pedir el divorcio que los hombres. De hecho, lo hacen el doble tanto en Castellón como en el conjunto de España. De las 1.269 demandas de divorcio presentadas en el 2014 en la provincia (no hay datos tan detallados del año pasado), fue solicitado por la esposa en 1.245 ocasiones y por el esposo en 686. En el resto, fue presentado por ambos. Y otro apunte más. Desde que ya no es necesario separarse previamente para divorciarse, ésta última es la figura estrella ya que pone fin a la relación directamente y apenas hay separaciones. H