La baja estimación del consumo energético en la industria castellonense conocida esta semana o la evolución ligeramente a la baja de la producción industrial que se ha dado sobre todo a partir de la segunda mitad del 2017 --y que ayer se volvió a confirmar con los datos de septiembre, con un descenso general del 1,2%-- vaticinan un cambio de anualidad de desaceleración en la actividad industrial de la provincia, según detallan los analistas económicos y desde las propias empresas.

A la reducción de la demanda energética y la producción se une, en el caso de Castellón y en el azulejo, en particular, las incertidumbres políticas en el ámbito internacional, especialmente en lo que se refiere a la renovación de las medidas antidumping de Bruselas frente a los productos de procedencia china, o la ralentización de la demanda laboral, entre otros aspectos. Pese a todo, no se prevé que estas circunstancias adversas supongan problema para los balances de la mayoría de empresas de la provincia vinculadas al azulejo, que no han parado de crecer desde 2015 en porcentajes que, en gran parte, superan los dos dígitos y cuyos resultados han llegado a cifras de récord a lo largo del último año.

ENERGÍA Y DEMANDA // La estimación oficial, que sale de los datos aportados por las principales empresas distribuidoras de energía y los autoconsumos que registran las cogeneradoras, ponen de manifiesto un nuevo retroceso del consumo eléctrico, que alcanza el 3,7% a lo largo del pasado mes de octubre, un porcentaje que no ha parado de descender desde mitad de año y que se interpreta como una tendencia a la baja en lo que concierne a la actividad industrial. De estos datos, destaca la caída a lo largo del pasado mes de la demanda de energía eléctrica por encima del 40%, con una tasa de variación desde enero del 38,5%, en el sector de la industria extractiva y el refino. Este dato se explicaría, en buena parte, por el parón técnico y reglamentario de 40 días que ha protagonizado la refinería BP en Castellón, la segunda mayor industria de la Comunitat Valenciana en cuanto a facturación se refiere.

Este freno a la actividad en general, que se prevé no vaya más de los próximos tres meses, es valorada como parte del comportamiento coyuntural sobrevenido tras un periodo de fuerte crecimiento, como coinciden en señalar especialistas en la administración de empresas. En este sentido, «lo normal es que estos números vuelvan a la senda del crecimiento pasado el invierno en un comportamiento de recuperación habitual en estas fechas», según explica el economista Enrique Domínguez, quien añade que «habrá que esperar los resultados a corto» para valorar la cadencia de los mismos.

En cuanto a la Comunitat, la estimación del consumo eléctrico, comparada con la cifra del mismo mes del año anterior, experimentó un descenso del 2,1, pero si se extrapola respecto a septiembre, el consumo registró una disminución del 5,2%.

Si en lo que concierne a los valores y estimaciones sobre la demanda de energía van a la baja, los índices de producción siguen el mismo periplo a tenor de los últimos resultados conocidos ayer. En lo que respecta a la producción, en términos generales, la misma bajó un 1,2 % en septiembre en la Comunitat Valenciana, que fue una de las siete regiones donde más disminuyó, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística. En este contexto, el comportamiento del sector cerámico, si bien volvió a registrar un incremento de la producción industrial del 7,8% con respecto a agosto, un mes relativamente flojo en este aspecto, quedó casi tres puntos por debajo de la media registrada desde enero, aunque conservando los buenos índices en cuanto al volumen de producción que daban los parámetros fijados por la Conselleria.

Según los registros conocidos ayer, el sector químico registró unos mejores porcentajes en torno al 6,2% en la Comunitat, lo que ayudará a corregir la caída experimentada desde enero, con un descenso del 4,1 en estos nueve primeros meses del año.