El turismo nunca falla y, este verano, tampoco lo hará. Porque si hay algo que a los veraneantes les parece que les trae sin cuidado es la incertidumbre política. Los municipios de la costa de Castellón se preparan para un verano turístico récord. No será el primero (las cifras de turistas llevan cuatro años consecutivos de hito en hito) pero esta vez hoteles y restaurantes esperan un verdadero salto. ¿Por qué? Hay dos explicaciones. La mejoría económica animará a más familias españolas a veranear en la playa y la inestabilidad en destinos como Túnez, Egipto o Turquía atraerá a más visitantes internacionales a destinos como Peñíscola, Orpesa, Benicàssim o Vinaròs. Y eso sin contar los efectos, que también los tendrá, del primer verano del aeropuerto de Vilanova.

Las perspectivas de las playas llenas y los hoteles hasta la bandera han llevado tanto a la Diputación de Castellón como a la Generalitat a aventurar que el que está a punto de comenzar será otro verano de récord absoluto. Así lo prevé el Patronato Provincial de Turismo y desde el Consell, la Agència Valenciana de Turisme (AVT), coincide en el diagnóstico. “Esperamos una campaña con resultados muy positivos, mejores a los registrados el año pasado”, avanza Francesc Colomer, secretario autonómico.

Y esas buenas perspectivas no surgen solo del puro optimismo. Con las cifras sobre la mesa, es una consecuencia lógica al año que vive el turismo en Castellón. Un ejemplo: entre enero y abril llegaron a Castellón 277.740 viajeros, un 13% (casi 32.500 en cifras absolutas) más que en el mismo periodo de 2015. “La impresión que tenemos es que este va a ser un buen verano. Todo apunta a que serán unos meses muy buenos y los primeros datos que manejamos hablan de un incremento de las reservas de hasta un 20%”, apunta Francisco Ribera, presidente de la agrupación de empresarios turísticos de Peñíscola (Agretur) y director del Gran Hotel Peñíscola.

El optimismo no solo reina en Peñíscola. En Orpesa, otra de las localidades más turísticas del litoral de Castellón, la sensación es idéntica. “Todos los indicadores son positivos y las expectativas son buenas, mejores que durante el verano del 2015 que, por otra parte, ya fue un buen verano”, argumentan desde Marina d’Or.

660.000 VISITANTES EN 2015 // Superar el hito del verano del 2015 no es fácil. Entre julio y septiembre del año pasado, Castellón recibió la visita de 660.826 turistas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La mayor parte del pastel se la llevaron los hoteles (455.041 viajeros), seguida de los apartamentos (114.024) y los cámpings (91.761). Y otro apunte más: casi el 85% de quienes eligieron Castellón para pasar sus vacaciones fueron familias españolas.

Si nada lo impide en los próximos meses llegarán más turistas a las costas de Castellón y, además, gastarán algo más. “No solo tendremos más turistas, si no que pensamos que la recuperación económica se notará y el viajero invertirá más en salir a cenar”, explica el presidente de los empresarios de Peñíscola.

Más turistas, más gasto... y, en consecuencia, más empleo. Bares, hoteles y restaurantes empiezan ya a reforzar plantillas y las empresas de trabajo temporal (ETT) hablan de un repunte en la contratación de entre el 9 y el 10%. Y eso significa que desde el 1 de junio al 30 de septiembre podrían firmarse en Castellón casi 58.000 contratos (el año pasado en las mismas fechas fueron 52.357).

Y, ¿cuáles serán los perfiles más demandados? Por lo general todos los relacionados con la hostelería y el turismo: camareros, cocineros, ayudantes de cocina, personal de limpieza.... Las ETT hablan también de un alza en otros sectores, sobre todo, en la industria y el comercio. H