Alberto Contador no se rinde. No quiere que su despedida como profesional sea insulsa, sino acorde a lo que ha sido su carrera, en la que su ciclismo ofensivo le ha llevado a alcanzar un palmarés envidiable. Pese a los tres minutos perdidos, el madrileño sigue al ataque. Ya lo probó en las rampas finales de Santa Llúcia y ayer, en el ascenso al Garbí (puerto más duro de la jornada, de segunda), reventó la carrera.

Chris Froome ni se inmutó y, además, se vio beneficiado por los movimientos de la carrera, metiendo más tiempo, aunque solo unos segundos, a corredores como David de la Cruz, Simon Yates o Tejay van Garderen. Romain Bardet fue el principal damnificado, al perder seis minutos.

Mientras, la primera victoria española sigue sin llegar. El joven corredor balear Enric Mas acabó jugándosela al esprint con dos polacos, cediendo ante Tomasz Marczynski y Pawel Poljanski, primero y segundo en la línea de meta del Port de Sagunt, fin de una etapa de 204 kilómetros que partió de Vila-real.