Decidir democráticamente cada paso que da la empresa y primar el beneficio social sobre el lucrativo son solo dos de las patas del modelo de negocio cooperativo, una fórmula que sigue sin tocar techo en la provincia espoleada por los cambios de valores que ha hecho germinar la crisis. La novedad ahora es que Castellón quiere impulsar este formato económico y lo hace con el lanzamiento de Beta.coop, una iniciativa del Ayuntamiento de la capital y de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (Fevecta) cuyo objetivo es asesorar y formar a jóvenes empresarios que quieren abrir su propio negocio y hacerlo de manera cooperativa.

Para cualquier emprendedor que tengan en mente crear su propio negocio la pregunta parece evidente. ¿Son viables las cooperativas? ¿Han resistido mejor la crisis? Los datos avalan que este tipo de sociedades constituyen un universo económico gigantesco que va unos pasos más atrás del capitalismo más genuino, buscando, además de ganar dinero, otros objetivos sociales. En España son cerca de 43.000 y facturan unos 52.500 millones de euros. En la Comunitat valenciana existen 2.443, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. ¿Y en Castellón? Los números también van alza y el 2015 se cerró con 402.

Que las cooperativas han aguantado mejor la crisis que otras fórmulas económicas es algo que demuestran los datos que maneja la Confederación de Cooperativas de la Comunitat valenciava (Concoval). En el 2011, Castellón contaba con 353 cooperativas. Hoy son 402, de las que 205 cotizan en régimen general y 197 en el de autónomos. O lo que es lo mismo, un 13% más en cuatro años. Y con el empleo ocurre lo mismo. Ya son 8.233 los trabajadores (la cifra supera los 10.000 si se tiene en cuenta tanto el empleo directo como el inducido), de los que el 90,90% tienen un contrato indefinido y el 92% es a tiempo completo. Un par de apuntes más: el 48,90% de los trabajadores son mujeres y el 38,20% de los profesionales tienen menos de 40 años. «Se trata de una fórmula que goza de muy buena salud. Los números lo atestiguan, pero no solo los números. El cooperativismo está teniendo un papel protagonista en la recuperación», apunta Emili Villaescusa, presidente de Concoval.

Aunque el futuro pinta bien, las cooperativas también han sufrido los estragos de la crisis, aunque menos. José Luis Monzón Campos, presidente de la comisión científica de Centro de Investigación sobre la economía pública, social y cooperativa (Ciriec-España) y catedrático de la Universidad de Valencia aporta dos datos significativos. «Entre el 2009 y el 2013 en las empresas capitalistas se destruyó el 20% del empleo asalariado. En las cooperativas también de destruyó empleo, pero en un porcentaje inferior al 10%», sentencia.

LA FÓRMULA DEL ÉXITO // Detrás de los datos a los que aluden los expertos se encuentra una fórmula que parece imbatible. «La clave del éxito de las cooperativas es, sin duda, el propio modelo que permite que en un momento dado se haya optado por la flexibilidad frente a la destrucción de puestos de trabajo y también en el hecho de que nunca se ha entrado en sectores especulativos», insiste Emili Villaescusa.

Si uno piensa en la palabra cooperativa rápidamente le viene a la cabeza una empresa agrícola. En Castellón hay varios ejemplos. Firmas como Nulexport, San Alfonso, Intercoop o Benihort son gigantes del cooperativismo en la provincia, pero la fórmula va mucho más allá y se extiende en prácticamente todos los sectores económicos. Y una de las más numerosas son las de trabajo asociado. De hecho, el 80% de las cooperativas de la Comunitat valenciana son de trabajo asociado y el año 2015 acabó con 1.958 cooperativas de trabajo en la Comunitat, de las que 188 están en Castellón). «Estas cifras suponen un incremento del 3,8% respecto al año anterior», apuntan desde Fevecta, que añaden que durante el último año se crearon 146 nuevas en el territorio valenciano (10 en Castellón), lo que supone un incremento de un 12,3% más.

OBJETIVO, LA PROFESIONALIZACIÓN // Pese a que la fórmula va a más en Castellón y lo hace en sectores cada vez más diversificados (educación, comercio, diseño gráfico, piscología....), el cooperativismo se enfrenta a grandes retos y muchos de ellos siguen sin estar resueltos. «Uno de los más importantes es el de la profesionalización. También hay que seguir avanzando en la mejora de la innovación y la formación», describe Emili Villaescusa, presidente de Concoval. Y junto a todos ellos, una mayor capacidad de gestión y la internacionalización, aunque en la Comunitat hay ejemplos de cooperativas que en las últimas décadas han dado un salto y están presentes en todos los rincones del mundo. Anecoop, la cuarta empresa de la Comunitat y primera comercializadora hortofrutícola de Europa, es el camino a seguir. H