La presencia del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, fue de lo más comentado por la militancia en este congreso. Muchas señoras destacaron «lo alto y guapo que es», mientras recorría el vestíbulo del Palau de Congressos de Peñíscola para asistir a la apertura. «Es uno de los municipios más bonitos de España», dijo, y dio a entender que la noche anterior, compartida con el portavoz parlamentario Rafael Hernando, tuvo sus dosis de visita turística y diversión a partes iguales. El exalcalde de Santander alabó al munícipe peñiscolano, Andrés Martínez, y envidió la mayoría absoluta con la que gobierna. De hecho, llegó a decir que las mayorías absolutas son «uno de los grandes inventos de la Humanidad tras la rueda», en términos políticos, claro.

El puesto de las conocidas pulseras Candela, para lograr fondos contra el cáncer infantil, fue visitado por casi todos los compromisarios y cargos. Sus responsables dijeron al finalizar la jornada que han recaudado unos 1.000 euros. A eso se le llama solidaridad popular. Otras estrellas en el Palau fueron la emoción y las lágrimas en el adiós de Moliner.