La hostelería como motor y también como actividad a la que se han agarrado decenas de empresarios de Castellón. Porque si hay un sector que en estos últimos años ha sufrido una auténtica transformación ese es el de los bares y restaurantes. Ya nada es lo que fue. El problema es que esa eclosión de establecimientos se ha realizado con poca planificación. “Habría que ordenar el sector. En estos años, la cifra de establecimientos dedicados a la restauración se ha multiplicado. Eso hay que modularlo y profesionalizar la actividad”, defiende Alejandro Ortega, gerente de Celebrity Lledó, en la capital. Ordenar y también controlar. “No puede ser que llegue la campaña de las comuniones y que los bares de media provincia se dediquen a ofrecer menús de comunión. La Administración debería poner orden a todo esto”, insiste.

Que hay que reordenar la oferta y dar valor añadido es algo por lo que también apuesta Iker Llano, de grupo Intur. Joaquín Deusdad, de la asociación de turismo rural, se refiere también a la competencia desleal. “En el tema de los apartamentos la Administración está actuando muy bien y ese es el camino”, insiste, al tiempo que defiende que “la guerra solo la ganaremos ofreciendo la máxima calidad”.

Si en la costa el sector reclama poner un poco de orden a la eclosión de tantos establecimientos de hostelería, en el interior uno de los problemas es que falta oferta complementaria. “En los últimos años han surgido algunas iniciativas, pero son las minoritarias. Hace unos años, y al calor de las subvenciones, a mucha gente le dio por construir alojamientos rurales. Muchos no están operativos”, describe el presidente de los empresarios del turismo rural, una asociación adscrita a la patronal provincial Ashotur.

Otro de los problemas a los que se enfrenta el sector es a la excesiva burocracia. “Los controles son excesivo y quizás deberíamos copiar la legislación de nuestra vecina Francia”, defiende Deusdad.

Menos burocracia y también menos restricciones. Los horarios se han ido ampliando, aunque muchas veces el sector se topa con las quejas vecinales. Francesc Colomer, director de la Agència Valeniana de Turisme considera que este es otro problema a solucionar. “Hay gente a la que le molesta todo. Hay que tener claro que este es un sector estratégico que crea riqueza. Lo que tenemos que hacer es profesionalizarlo al máximo y dignificarlo. Y frente a los que critican que somos los camareros de Europa hay que decir que a mucha honra”. H