Laura Rielo es madre de siete hijos que disfrutan mucho de sus salidas a la playa del Arenal de Burriana y, aunque su horario preferente siempre ha sido el vespertino, incide en que ahora va por la mañana «para evitar aglomeraciones». «Es el primer año que me he planteado que vaya a la playa y no tenga sitio; no lo había pensado nunca», dice.

La concienciación es clave para mayores y pequeños, por lo que la rutina de mascarilla y gel hidroalcóholico no puede faltar. No obstante, hay algunas medidas de seguridad implantadas en las playas de Burriana que le resultan incómodas a la hora de gestionar su jornada de playa, como la ausencia de papeleras, la reducción de entradas por la concentración de pasarelas o que los lavapiés no estuvieran disponibles hasta hace algunas semanas. «Todo esto son inconvenientes para una gran familia como nosotros, pero lo que ha cambiado mucho es que los niños no puedan jugar en la orilla, que es justo donde mis hijos más se divierten», explica Laura.