Antes de que llegue esta noche el turno del Villarreal, ayer se disputaron cinco partidos de la fase previa de la Champions. Solo el Copenhaghen pudo ganar como local, destacando la goleada del Manchester City de Guardiola en un extraño partido. Extraño no porque lo resolviera con suma comodidad -ni se había llegado a la hora de partido y ya ganaba 0-3 en el campo del Steaua de Bucarest-, sino porque esa maldición que tuvo el Barcelona con los penaltis se revivió 30 años después.

Un partido que le sirvió al City para golear (0-5) al inocente rival rumano con un triple del Kun Agüero. Partido extraño también para él. Tres goles y dos penaltis fallados, pues Agüero erraba dos penaltis en apenas 21 minutos.

Extraño resultó ese inicio de partido con errores defensivos del City que dieron energía y entusiasmo al inocente Steaua. Tan inocente que cometió dos penaltis tan ingenuos como innecesarios. Pero el equipo de Guardiola, que volvió a dejar a Hart, el meta titular de la selección inglesa, en el banquillo apostando de nuevo por el argentino Caballero, se redimió con la velocidad y chispa que genera Sterling, el ingenio de David Silva (0-1, m. 13), el ansía de revancha del Kun (precioso gol el suyo en el 0-2, m. 41) y la astucia de Nolito (0-3, m. 49, bordeando una posición antirreglamentaria). El Kun repitió con un preciso derechazo en el 0-4, m. 78 y un contragolpe para liquidar el partido con el 0-5, m. 89. H