El jueves es día de mercado en Vinaròs. El paseo marítimo se inunda de paradas con todo tipo de artículos: ropa, complementos, bisutería... La estampa se repite cada semana: manteros de Cataluña viajan desde municipios cercanos, tales como Alcanar, la Sènia y Sant Carles de la Ràpita a la capital del Baix Maestrat, conocedores que entre los asistentes al mercado pueden encontrar su nicho. Viajan cargados con todas sus mercancías y se instalan en el mercado ambulante, ante la indignación de los tenderos.

“Los comerciantes que pagan por sus paradas se quejan bastante a los agentes cada jueves de la presencia de manteros porque dicen que les quitan ventas y, realmente, ese es el único día de la semana en que su presencia es notable en el municipio”, asegura el inspector de la Policía Local de Vinaròs, Félix González.

Por su parte, el alcalde de la localidad, Enric Pla, puntualiza que, aunque en lo que va de verano se han efectuado 69 actuaciones contra el top manta, “los ambulantes no tienen una presencia masiva en nuestra localidad, como sí ocurre en Peñíscola, por ejemplo”. Según el primer edil, muchos de los vendedores ilegales pernoctan en la capital del Baix Maestrat para, de día, trasladarse a Peñíscola a vender en el paseo, en donde los incidentes entre los agentes y manteros suelen ser habituales y el paseo permanece casi a diario abarrotado de ambulantes, atentos a cualquier movimiento policial. H