Por tradición, o quizás más por necesidad, la innovación siempre se ha vinculado más tanto al proceso productivo como a materias primas y al producto acabado. Si bien siguen siendo un foco muy importante ambas líneas de trabajo, el fenómeno de globalización, junto a la evolución exponencial de las TIC, nos obliga a ampliar ese foco a otras fases de la cadena de valor». El director de AICE-ITC, Gustavo Mallol, se refiere así a ámbitos como la venta, el márketing, la trazabilidad del producto o el desarrollo de novedades siguiendo las demandas y gustos del mercado.

Y entra aquí una de las grandes asignaturas pendientes del sector: la venta. La industria azulejera ya está dando los primeros pasos en esa dirección. De hecho, Ascer, junto a ITC y la Asociación Profesional de Alicatadores Soladores (Proalso), ya han organizado los primeros cursos para fomentar el conocimiento de las baldosas cerámicas «con el objetivo de dotar a los agentes comerciales de producto cerámico de una serie de conocimientos clave que les permitirán obtener o reforzar argumentos para facilitar la venta de cerámica». Una nueva sesión está prevista para los días 15, 16 y 17 de noviembre.

El presidente de la Asociación de Técnicos Cerámicos (ATC), Juanjo Montoro, también reitera hasta la saciedad que el sector debe aprender a vender mejor sus productos para obtener mayor rentabilidad al esfuerzo en innovación que realizan. H