Los presupuestos de la Diputación de Castellón para el próximo año incorporan un bloque de partidas que contempla 22,4 millones de euros para implementar políticas de transparencia, participación y mejora de la gestión pública.

En este eje, que es también estratégico desde el punto de vista del equipo de Gobierno que lidera Javier Moliner, se incluye una parte de los gastos de personal propio de la institución, así como el dinero necesario para el departamento de modernización y nuevas tecnologías.

Igualmente y dentro de este apartado se encuentra el dinero que Diputación destina a apoyar a los municipios de menos de 20.000 habitantes --123 si se dejan fuera cuatro que tienen sus propias herramientas-- para la implantación de portales de transparencia, así como para su gestión, un trabajo que se hace en colaboración con la Conselleria de Transparencia que se ocupa de la formación.

En cuanto a la eficiencia en la gestión, Moliner destacó en este punto la política de la institución que preside de «reducir la administración para multiplicar oportunidades al territorio», con la cual ya han «conseguido financiar toda la acción de gobierno con recursos propios». Dio también el dato de que el gasto de personal es inferior al 19% del total.