Dado que ha de utilizar las vías por las que discurren los Cercanías, en el acto de ayer no se podía obviar el AVE que ha de llegar a Castellón. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, no pudo todavía concretar cuándo los trenes de alta velocidad circularán hasta la capital de la Plana. Eso sí, afirmó que ayer mismo comenzó «la ultimísima fase» de las pruebas que se están realizando.

Se trata del periodo de formación de los maquinistas que han de posibilitar los cuatro servicios por sentido que se implantarán (y que serán cinco cuando exista ancho internacional hasta Orpesa, no previsto para antes del 2020). «En el momento» en que esta fase concluya, la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) dará su «visto bueno» a la circulación de los convoyes y esto se debería producir «dentro de muy pocas semanas», señaló el máximo responsable estatal de Fomento.

nueve meses de pruebas // Noticias esperanzadoras las que lanzó ayer De la Serna, pero que todavía no permiten ofrecer una fecha concreta para la llegada de un servicio cuya certificación está marcada por los criterios de seguridad que marca la AESF. No en vano, mañana se cumplen nueve meses desde que, en la noche del 20 al 21 de marzo, comenzaron las verificaciones tras concluir las obras para implantar el tercer carril en una de las vías del trazado de València a Castellón.

Para los trabajos en la otra vía, tan solo es necesario que se produzca la entrada en circulación del tren de alta velocidad, según concretó el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Niño, en una reciente comparecencia en el Congreso de los Diputados. Y es que Adif ya ha adjudicado el contrato para el suministro de las traviesas para el tramo València-Sagunto, con lo que tiene la vía despejada para comenzar las obras, que llevará a cabo la Unión Temporal de Empresas que ya implantó el tercer carril en la primera de las vías.

Estos trabajos se llevarán a cabo «en festivos y en las bandas de mantenimiento», es decir, durante las noches, como ya se hizo en la primera fase, «para intentar evitar incidencias», apuntó el ministro de Fomento ayer.

En ninguna de las dos vías se instalará el sistema de comunicaciones y seguridad ERTMS porque es «inviable desde el punto de vista técnico», señaló De la Serna: «No se puede colocar el ERTMS en una vía cuando en la otra vamos a trabajar, eso obligaría a desconectarlo y la línea no tendría sistema de seguridad», concretó.

En cuanto a la financiación de las obras del corredor mediterráneo y a la posibilidad de dejar de recibir fondos europeos por no ejecutar a tiempo proyectos, dijo que estos «no se pierden» porque se reasignan entre los diferentes tramos del eje litoral.