Practicar ejercicio es uno de los primeros pasos hacia una vida plena y saludable. Ahora bien, en ocasiones, la rutina manda y no disponemos del tiempo que nos gustaría para salir a correr o ir al gimnasio. Por eso, en esta entrada te damos algunos consejos para poder mantener la actividad física en la vida diaria, en esas temporadas en las que parece que el tiempo no da más de sí.

Deja el coche en el garaje. Sobre todo en localidades pequeñas, como Benicàssim o Castellón, se debería evitar siempre el coche en la medida de lo posible y no sólo por cuestiones medioambientales. Caminar cada día constituye uno de los mejores ejercicios de resistencia. Ir al trabajo andando siempre que se pueda, pasear al perro, hacer la compra son acciones que te pueden ayudar a mantenerte en forma. Cuando la distancia se alarga, la bicicleta es siempre una buen opción. Y más con el clima que disfrutamos durante prácticamente todo el año.

Entrénate con las tareas del hogar. En efecto, muchas de las tareas que debemos realizar a diario en casa implican una actividad física. Desde fregar y cocinar hasta barrer, tender o planchar. Además, intenta minimizar al máximo el tiempo que permaneces sentado o recostado. Por ejemplo, puedes quedarte de pie o realizar pequeños paseos por dentro del hogar, mientras hierve al agua o se termina de hacer ese plato que has puesto en el horno.

Actividad en la oficina. Que pasemos mucho tiempo delante del ordenador no implica que no podamos aprovechar ese tiempo para realizar, aunque de forma moderada, algo de actividad física. Por ejemplo, coloca tu espalda recta, con los codos sobre la mesa y los hombros paralelos al suelo. Respira y contrae tus abdominales. Además, siempre que sea posible intenta tomarte pequeños descansos (con 5 minutos es suficiente) cada hora y aprovecha este tiempo para caminar.

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