Un total de 258 son los puestos que, el próximo domingo, darán forma a la tradicional Fira de Santa Caterina, una de las citas de estas características más importantes de la provincia y la Comunitat. Tanto es así que, como indicó ayer el concejal de Economía, Xavier Ochando, de nuevo un centenar de vendedores se quedarán sin poder montar sus paradas, ya que no se puede dar respuesta --especialmente por cuestiones de espacio-- a las 366 solicitudes presentadas.

«Santa Caterina es una de las ferias de mayor arraigo que se celebran en nuestras comarcas, tanto para los vila-realenses como para los vecinos de otros municipios», aseveró Ochando, quien recordó que, «además, es una de las tres fiestas de interés turístico de Vila-real que ha logrado posicionarse como cita de referencia en el ámbito autonómico e, incluso, fuera de nuestras fronteras».

El edil explicó que la mayoría de los puestos están vinculados a la venta de productos como frutos secos, turrones, castañas asadas, embutidos y productos de alimentación habituales en las fiestas navideñas, aunque también los hay de artesanía (39), juguetes (31) o complementos (13). Asimismo, se reserva un espacio destacado para la solidaridad, con 27 paradas de oenegés, asociaciones benéficas y colegios.

PRIORIDAD // «Priorizamos los puestos de productos típicos, antigüedades y entidades solidarias, colaborando también con otras concejalías, sobre todo con Tradiciones, para conservar y promover cosas tan nuestras como la popular mocadorà», agrega.

Otro de los datos que revelan la consolidación del evento es el interés que despierta entre los vendedores de toda España. Y es que 84 son de la ciudad, 71 de la provincia, 80 de la Comunitat y 23 del resto del Estado.