El Ayuntamiento de Vila-real, a través de la Concejalía de Territorio, ha adjudicado a la mercantil Becsa la ejecución del proyecto de mejora y modernización de la zona industrial de la carretera de Onda. En concreto, la intervención afecta al tramo de vial que va desde el puente de la autopista AP-7 hasta la rotonda de la calle Senda Pescadors, prácticamente en el mismo casco urbano.

Según lo acordado por la mesa técnica, la de Becsa fue la propuesta «más ventajosa en base a la mejor relación calidad-precio», de las cuatro que finalmente se presentaron al concurso convocado por el consistorio. El importe total por el que adjudican esta actuación asciende a 597.278 euros (impuestos incluidos), lo que representa una rebaja sobre el presupuesto base de licitación de cerca de 24.000 euros.

La contratación de esta plan para modernizar el área industrial permite iniciar en pocos días los trabajos, que como ya indicó en su día el edil de Territorio, Emilio Obiol, supondrán ciertas molestias para los usuarios del espacio en el que se llevarán a cabo las labores, «pero supondrán una mejora vital para el futuro de las empresas que se ubican en este entorno». En cualquier caso, la previsión que manejan es que las obras se prolonguen por espacio de cinco meses, por lo que, de no surgir ningún inconveniente, estarán finalizadas en diciembre.

LA SOLUCIÓN ADOPTADA // El proyecto contempla la construcción de dos colectores de aguas pluviales --hasta ahora, cuando se producían lluvias muy intensas o torrenciales, el agua discurría como un río por ambos márgenes de la carretera--, así como una mediana de un metro de ancho que separará los dos carriles del vial, en el que instalarán alumbrado público. Además, aprovecharán la intervención para realizar las conducciones por las que discurrirá la fibra óptica, las redes telefónicas y todos aquellos servicios de obra civil necesarios.

Al respecto, el edil Obiol hace hincapié en que, en este caso, están «hablando de un tramo deficiente, sin iluminación, con un firme deteriorado y sin desagües, que necesita una acción urgente desde el punto de vista urbanístico, así como de la movilidad».

El plan también incluye una acera en cada lado de la carretera, de 1,5 metros de amplitud, además de un carril bici, de 2,5 metros, que estará separado del vial por un parterre con arbustos que actuará como barrera protectora para los ciclistas.

La intervención la acometerán en el marco de las ayudas otorgadas por el Ivace para la mejora de polígonos industriales.