El entorno del Estadio de la Cerámica fue ayer centro de actividad para los más pequeños por los niños que padecen cáncer. La asociación Pintando el Camino en Rosa-Aspanion organizaron una fiesta con pintacaras, talleres de manualidades, magia con Patricia Ferrero y la exhibición del Club Gimnasia Vila-real. También hubo tiempo para almorzar, chocolate caliente y cocas.

Dentro de este ambiente lúdico, en el que recaudaron fondos para la causa, subyacía el espíritu reivindicativo, ya que el evento se impulsó con motivo de la efeméride internacional, que se conmemora el 15 de febrero. Dos niñas pusieron voz a un manifiesto en el que incidían en las necesidades «específicas y diferenciadas» de los adolescentes que padecen la enfermedad, de ahí la importancia de crear, en el ámbito autonómico, unidades concretas que atiendan a estos jóvenes.