Jornada muy taurina la de ayer. Y es que a la exhibición, por la tarde, de dos toros cerriles se sumó el ya tradicional encierro de bous embolats, que organiza y patrocina la asociación Amics del Bou que, a su vez, financió el segundo ejemplar que salió a la vila poco después de las 18.30 horas.

Pese a que la nubosidad fue creciendo conforme avanzaba el día, aumentando así el riesgo de que la lluvia diera con el traste a este encierro que, como de costumbre, generó mucha expectación, los seis astados de la ganadería de Fernando Mansilla salieron del camión en el que viajaron y recorrieron el Raval del Carme y buena parte de la vila.

Cientos de vecinos y aficionados de otros municipios --e, incluso, tres franceses habituales durante el verano en los festejos taurinos de toda la Comunitat-- siguieron esta peculiar cita.

Antes, por la tarde, salieron a la arena dos ejemplares. El primero de ellos , de nombre Mochito, de la ganadería de Víctor y Marín y aportado por la asociación cultural taurina José Mari Manzanares. Previamente, se guardó un minuto de silencio y se depositó un ramos de flores en memoria de uno de los integrantes de la agrupación, fallecido recientemente. El vila-realense Ángel El Seco fue el encargado de recibir al astado a su salida del cajón. En su recorrido por el recinto, Jonathan El Chorrica logró lucirse en la zona de los cadafals.

BUEN JUEGO // El segundo toro, el de Amics del Bou, de nombre Luchador y del hierro de La Trinidad, propiedad del torero David Fandila El Fandi, realizó una salida explosiva y espectacular. Frente al corro y para pararlo estaban Pascual Molina y Segarra.

El animal se movió por toda la vila, aportando buen juego a los rodaors que se atrevieron a ponerse frente a él. Además, el morlaco mostró genio golpeando a los barrotes de las barreras.

Cuatro charangas pusieron la nota musical al festejo.