Al final, todo quedó en un susto. Un enorme ficus de varios metros de altura, una circunferencia de unos tres metros y más de cuatro toneladas de peso se partió literalmente en dos a primera hora de la mañana de ayer en el jardín del Pou d’Amorós, desplomándose sus dos brazos principales sobre la zona verde y la acera y una parte de la calzada.

Fue un aparatoso suceso que, por contra, tan solo acabó con daños leves a dos vehículos que se encontraban aparcados en la calle Molí Bisbal, a la vez que levantó la curiosidad de los vecinos.

Según indica a Mediterráneo el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, el árbol no se partió de golpe sino que lo hizo de forma paulatina pasadas las 9.00 horas, lo que permitió acotar el área y apostar un agente de la Policía Local para evitar daños personales y que además fue testigo del crujir del ejemplar a medida que su tronco principal se rasgaba hasta acabar en el suelo.

De inmediato, operarios del departamento de Servicios Públicos y de una empresa se pusieron manos a la obra para cortar a pedazos el ficus y retirarlo de allí, para lo que una decena de personas destinaron toda la mañana.

Valverde dice que el árbol estaba «completamente sano» y que se rasgó porque, en su día, se podó para que se dividiera en dos brazos, que ahora han cedido.