El portavoz del Partido Popular de Vila-real, Héctor Folgado, declaró ayer en el Palacio de Justicia de la localidad, en calidad de testigo, en el caso Piaf, como exedil del equipo de gobierno del investigado exalcalde Juan José Rubert. Un proceso que pretende esclarecer presuntas irregularidades en el endoso de facturas de la mercantil por importe de 600.000 euros, así como la relación contractual del consistorio con esta firma.

La declaración de Folgado duró poco más de hora y cuarto ante el juez y los abogados que forman parte del procedimiento judicial. El popular se mostró «alegre» tras un «juicio mediático» sobre un tema en el que reconoció no tener «ninguna responsabilidad» en las áreas que se están investigando. «Es un endoso sobre facturas que no había firmado ningún edil, de las que hay que saber si eran correctas o había algún error», dijo.

A la salida del juzgado, Folgado expresó su opinión sobre su presencia allí. «Si no fuera actualmente el portavoz del PP, posiblemente no me hubiera tocado declarar. Creo que si han tenido que desfilar algunos compañeros, sin tener ninguna relación en este proceso, es para tener alguna justificación, aunque fuera mínima, para hacerme venir a mi. Al final, habrá gente que no sabrá diferenciar si estoy como testigo o acusado, es la pena del telediario. Se ve la intencionalidad política en el proceso».

«CONCIENCIA TRANQUILA» // El portavoz popular reconoció tener «la conciencia tranquila» y que después de cinco años, «que esto sirva para aclarar de una vez por todas este tema por el que el alcalde, José Benlloch, se ha dedicado a poner sombras» y ahora espera «que se ponga luz».

Según ha podido saber Mediterráneo, en su declaración ante el juez, el también presidente local del PP aseguró que no se le pidió autorización alguna para avalar las facturas incluidas en el endoso rubricado por el exalcalde Juan José Rubert.

Previamente a Folgado, también hizo lo propio la exedila popular Mª Dolores Girona, quien aseveró ante el magistrado que a la hora de votar favorablemente a la prórroga del contrato de mantenimiento con Piaf siguió las órdenes del exalcalde Rubert. Y añadió que todas las facturas eran revisadas por este, así como también por el que fuera concejal de Servicios Públicos, Ramón Tomás; y por el responsable de Hacienda, Ignasi Clausell. H