Unos 400.000 kilos de lodo, basura y objetos de lo más variado es lo que calculan desde la Comunidad de Regantes de Vila-real que se retirarán del sifón de la Séquia Major que salva la avenida Cedre --el único que existe en el tramo del canal que discurre por el casco urbano--, como consecuencia de los trabajos de limpieza especial que se llevan a cabo y que, previsiblemente, se prolongarán hasta el viernes.

Esta labor de retirada del material acumulado en este sifón de grandes dimensiones se acometió por última vez hace 20 años --fue en 1997--, según explican desde el Sindicato de Riegos.

«Entonces se encontraron incluso una bomba y balas de la guerra civil», afirman, lo que indica que, muy probablemente, este tipo de trabajo tan exhaustivo no se acometió desde antes de contienda bélica que acaeció de 1936 a 1939.

Y es que para acometer esta acción se requiere desmontar la parte de la cubierta del sifón que da a la Glorieta 20 de Febrer, hasta ahora fija. «En cuanto acabe la retirada de lodo, aplicaremos un sistema desmontable que no obligue a romper la cubierta de obra y que nos permita realizar este tipo de limpieza, al menos, una vez cada dos años», explica el encargado de controlar estas labores intensivas, Albert Miró.

TODAS LAS SEMANAS // Con todo, tanto Miró como el secretario de la entidad, Manuel Rubert, aseguran al diario Mediterráneo que «un trabajador del Sindicato se dedica todas las semanas a limpiar los restos que se acumulan en la reja que actúa de filtro en la entrada del sifón del Cedre».

Aun así, hacen un llamamiento al «civismo» de los vecinos, para que no se tiren bolsas de basura y los más variados objetos a un canal «que es un patrimonio único y peculiar del municipio».

Bolsas, botellas de plástico y cientos de objetos se acumulan a diario en esta reja. «Parte de este material llega arrastrado por las aguas y cuando hay episodios de fuerte viento también caen piezas en el canal, pero los carros de compra o las bicicletas no llegan solos a la acequia», aseveran.

Precisamente ayer, las dos palas que se encargan de retirar los lodos acumulados en el interior del sifón --una de las máquinas de pequeño tamaño para poder acceder al interior del paso subterráneo de la Séquia Major-- hallaron estos últimos elementos mezclados con el barro acumulado allí en las dos últimas décadas.

TRANSPORTE // Una media de cuatro camiones-bañera salen a diario cargados con unas 20 toneladas --cada uno de ellos-- de fangos mezclados con restos de objetos que nada tienen que ver con el curso del agua por este canal.

La del Cedre es la última de este tipo de infraestructuras que permiten salvar la mayor acequia de Vila-real al atravesar una vía urbana. Es la única que queda y que, según apuntan desde el Sindicato de Riegos, «se mantendrá en el futuro». Las otras dos --una a la altura del Molí la Vila y la otra en la entrada norte a la ciudad-- se decidió desde la propia entidad que tenían que suprimirse.