Un total de 103 familias vila-realenses --únicamente dos menos que en el 2014-- fueron atendidas el pasado ejercicio por la Joventut Antoniana, entidad que desde hace décadas se encarga de dar cobertura a familias que rozan el umbral de la pobreza. En concreto, su ayuda llegó a 370 personas.

Para ello, la entidad invirtió 64.256 euros en las casi 1.000 intervenciones que se realizaron y que van desde la compra de alimentos para su reparto --casi la mitad del importe total-- a la adquisición de pañales, leche y papillas infantiles, así como al pago de recibos de luz, agua y gas, gastos sanitarios, libros y material escolar diverso.

Y es que el perfil más generalizado de las personas que acuden a los antonianos en busca de ayuda es el de familias con hijos que se han visto atrapadas por el paro de larga duración y en las que los únicos ingresos se limitan al subsidio por desempleo. Incluso las hay que no cuentan con ninguna entrada económica y se ven con grandes dificultades para pagar el alquiler de la vivienda o las hipotecas.

PROCEDENCIA // En cuanto a la procedencia de los vila-realenses atendidos, un 45% es de nacionalidad española y el restante 55%, de otros países, mayoritariamente de Marruecos (37%), Argelia (7%) y Rumanía (6%).

“Joventut Antoniana, a través de la cercanía y el acompañamiento, conoce las situaciones de pobreza y precariedad de las personas que atiende y las apoya para que, con ayudas básicas, formación y orientación, tengan oportunidades de salir adelante y afrontar el futuro con esperanza”, explica el presidente de la entidad, Pasqual Vilanova.

Y hace hincapié en la necesidad de hacer públicas las cifras de la organización. “La transparencia informativa es la mejor manera de generar confianza entre quienes colaboran con sus donativos en el sostenimiento de la obra social de la Joventut Antoniana, principal fuente de ingresos del colectivo”, asevera Vilanova.

Asimismo, el máximo responsable de los antonianos de Vila-real destaca el papel que, desde el 2012, viene realizando su Escuela de Familia, en la que 22 personas se han formado en primeros auxilios, 12 lo hicieron en el de cocina doméstica y otros 15 vecinos tomaron parte en las clases de alfabetización para adultos. H