Los propietarios de los bares de la calle Pare Molino, espacio conocido popularmente como el de las tascas, reclaman al Ayuntamiento que mueva ficha para regular esta zona sobre la que algunos vecinos interpusieron el pasado mes de mayo una querella criminal contra el alcalde, José Benlloch; la edila de Seguridad, Silvia Gómez, y todos los empresarios del vial excepto uno, al considerar que los locales generan molestias para las que, aseguran, el consistorio no da solución.

«Es necesario abordar de forma urgente este asunto, porque estamos ante un impasse que no beneficia a los negocios», explican los dueños de los bares, quienes aseguran que los agentes de la Policía Local «pasan todos los días porque algún vecino les dice que tiene molestias, pero lo cierto es que cuando vienen ven que todo está correcto y no existe ningún problema en esta calle».

Los mismos afirman no haber recibido todavía ninguna notificación del juzgado sobre la querella que presentó un grupo de residentes, asistidos por el abogado Santiago Albiol, en la que denunciaban la colocación de barriles y barras en plena calle, algo que niegan los responsables de esos establecimientos.

Por su parte, el alcalde, José Benlloch, ya destacó en su momento que esta era una «guerra sucia» contra él, la edila Goméz y los empresarios, en especial porque la misma se hizo pública en plenas fiestas de Sant Pasqual.