El alcalde de Vila-real, José Benlloch, anunció ayer que se reclamará al Gobierno central una revisión a la baja de los valores catastrales de las unidades urbanas de la ciudad, con el objetivo de adaptarlos a los precios actuales de mercado.

Una bajada que, en el caso de realizarse, el munícipe vila-realense matizó que no supondrá una reducción del recibo del impuesto de bienes inmuebles, «porque no podría ser viable el modelo de ciudad por el que trabajamos y pagar los empastres heredados del urbanismo del PP, que seguirán llegando en forma de sentencias y acuerdos, si hubiera una reducción de los ingresos por parte del Ayuntamiento».

Aun así, Benlloch explicó que los ciudadanos sí que se verían favorecidos a la hora de pagar menos impuestos en el IRPF o en sucesiones o plusvalías por herencias. Y recordó que en el resto de impuesto están «por debajo de los municipios del entorno», resaltó.

Por otra parte, el primer edil anunció que los concejales «deben tener la maleta preparada para salir a Castellón, a Valencia, a Madrid o a Bruselas para reclamar las ayuda y colaboración de otras administraciones para que lleguen nuevas oportunidades».