Cuenta atrás para pasar página a una de las plagas más virulentas en los pinos del Termet de Vila-real, la del Tomicus destruens. El Consorci del Millars actuará en la tala de 66 ejemplares, de los que 39 están ya secos, mientras que el resto presenta síntomas del ataque. La medida fue aprobada hace unos días, en el transcurso de la junta de gobierno del Consorci, es fruto de un exhaustivo trabajo de identificación elaborado por los profesionales de la Guardería Rural, con una duración de tres días, y que localizó la ubicación de los árboles afectados.

La decisión también se lleva a cabo en Almassora, con 21 pinos carrascos muertos y otros 12 sintomáticos. El organismo gestor de la desembocadura del río ultima la aprobación de los presupuestos para emprender estas labores de tala.

El problema se remonta al año 2014, cuando una grave sequía en el conjunto de la Comunitat ocasionó una debilitación extrema de la vegetación forestal, en especial a los pinos carrascos del paraje que rodea al ermitorio de la Mare de Déu de Gràcia, ya que se asientan sobre un sustrato rocoso. La afección se debe a que el tomicus fabrica galerías en los troncos y ramas, que resultan mortales si la afección corta completamente la circulación de la savia. Estos coleópteros prefieren atacar a pinos que están debilitados por la sequía y con poca capacidad para defenderse.

Tras el brote de hace un lustro, la Generalitat publicó una serie de recomendaciones, en la que destacó la eficacia de suprimir ejemplares infestados, ya que suponen un foco de atracción para otros insectos. La erradicación de los mismos antes de que salgan nuevos adultos destruye a una parte importante de la plaga.