Miles de vila-realenses tomaron las calles del municipio para afrontar el último fin de semana de las fiestas en honor a la Mare de Déu de Gràcia. Fue una jornada en la que destacaron los actos taurinos, las propuestas musicales y la cena para peñas.

Precisamente, el macrosopar y la posterior fiesta de disfraces fue el acto más multitudinario. Alrededor de 1.500 personas se reunieron en la plaza Major y pusieron un toque de color a la noche. Entre ellos, la peña Samfaina aprovechó el tirón de la aplicación Pokémon GO y varios de sus miembros se disfrazaron de pokeballs, mientras que las chicas de Semsinot optaron por vestirse de sandías. Otra de las propuestas curiosas fue la de Kalauela, cuyos integrantes optaron por recrear una pin-up de estilo retro. La fiesta se alargó con una orquesta.

Como es habitual en las celebraciones patronales, varias peñas organizaron sus propias orquestas y discomóviles, que fueron muy concurridas. Así, El Garbonet celebró su décimo aniversario con una fiesta de gala que atrajo a numeroso público, mientras El Sifó o La Titubà dispusieron sendas discomóviles. El Postiguet optó por la actuación de la pinchadiscos DJ Palmito, y Tio Canya y L’Abellot propusieron conciertos de grupos locales.

VACAS ENFUNDADAS // El recinto taurino también fue uno de los puntos de encuentro, en especial a medianoche, cuando se exhibieron vacas enfundadas de la ganadería El Mijares. Los aficionados al parany disfrutaron de un encuentro de reclam. H