Cuando un equipo pierde 17 goles de una temporada a otra, como le sucede al Villarreal, pasa de pelear por Europa a hacerlo por eludir el descenso.

Los tres delanteros del Submarino, en ese tridente que muchos consideraban uno de los más desequilibrantes en la historia del club (venían de marcar, en sus respectivos equipos, prácticamente medio centenar de goles), han perdido el olfato de forma preocupante. Karl Toko Ekambi, Gerard Moreno y Carlos Bacca se han mimetizado en su falta de puntería. Hasta tal punto, que llevan idéntica producción realizadora: cuatro tantos cada. Una docena apenas, de los 26 totales, lejos de sus registros de la pasada después de 25 jornadas, el colombiano y el barcelonés en LaLiga; el camerunés en la Ligue 1.

Bacca está al 50% de su producción, porque la pasada campaña llevaba ocho dianas. El colombiano, eso sí, acabó como un tiro, lo que llevó al Villarreal a acometer el esfuerzo de incorporarlo en propiedad (entonces, estaba cedido por el Milan). Acabó con 15.

Si el club amarillo hizo un esfuerzo por el internacional cafetero, más aún, si cabe, por el regreso de Gerard Moreno, que fraguó después de varias ventanas de fichajes. Terminó el pasado ejercicio con 16; 10 de ellos a punto de terminar febrero, por los apenas cuatro de la 2018/2019.

El mayor déficit, de un ejercicio a otro, es el de Toko Ekambi: con el Angers, equipo de la zona media baja de la primera división francesa, el camerunés celebró 17 tantos (11 después de las primeras 25 jornadas en la Ligue 1), siete menos que ahora.

SIN OTRAS OPCIONES // La carestía no solo se circunscribe a la delantera. Sí, es la que debe presentar los mejores registros, pero es que los amarillos no han encontrado una fuente alternativa a la hora de aumentar el caudal realizador, con una media casi clavada de un gol por partido.

Más allá de los tres atacantes, encontramos a Santi Cazorla con tres tantos; además de Alfonso Pedraza y Samu Chukwueze, ambos con dos. Pablo Fornals, por ejemplo, apenas ha conseguido uno, los mismos que el recién llegado Vicente Iborra o varios de los defensas (Mario Gaspar, Ramiro Funes Mori o Álvaro González).

El Villarreal, por ejemplo, es el octavo equipo de primera que más remata, pero el 13º en goles a favor. Es, por tanto, un déficit más que de llegadas y/o ocasiones, de puntería. Un diagnóstico que, a buen seguro, no se le escapa a nadie, incluido Calleja.