Castelló pierde un templo del esmorzar, uno de los preferidos por los aficionados al bocadillo, a los cacaus y al carajillo. Aunque no era solo eso, también era el bar de los precios populares, la comida rica y el ambiente desenfadado. El Luisy cierra sus puertas tras 22 años haciendo felices a los castellonenses desde su emplazamiento de la calle Picasso, y en su puerta cuelga ahora un cartel de traspaso o venta.

A la pregunta de por qué un local que tiene tanto éxito --llegó a estar el número 1 de los restaurantes de toda la provincia en Tripadvisor-- echa el telón responde su propietario, Alberto Riquelme: "Me lo pedía el cuerpo. El mundo de la hostelería es muy sacrificado y, pese a que funcionaba muy bien, he tomado esta decisión. Además tengo que atender otros negocios que gestiono". El bar lleva cerrado desde el pasado mes de agosto y busca un nuevo propietario, eso sí, siempre en régimen de traspaso o venta, aclara Alberto.

Una mesa de clientes del Luisy, Instagram Luisy

Evolución "bestial"

22 años que han dejado mucha mella en el vecindario, en la ciudad y, cómo no, en su propietario. "Creo que conozco a media Castelló. Esta etapa ha sido maravillosa y he disfrutado como un niño. El local me ha permitido crecer como empresario, y su evolución en los últimos años ha sido bestial", explica. No en vano, al margen de su actividad habitual como bar, Luisy también se especializó en el catering y en la elaboración de alimentos de quinta gama.

Unos precios muy competitivos, tanto para el almuerzo como para los menús de mediodía, y una inacabable bandeja de guisos, carnes y frituras construyeron la reputación de un establecimiento que quedará en la memoria de los castellonenses. Preguntado por los bocadillos que más aceptación han tenido durante todos estos años, Alberto se inclina por "el de carrillada con bravas, una locura; y el atún completo: lomo de atún, lechuga, queso, anchoas, tomate y allioli".