El mundo fallero de Burriana reivindica con toda la razón un museo para que el pasado, el presente y el futuro de las fallas forme parte de nuestra historia en toda su amplitud. No se trata únicamente de aparcar en una determinada sala los ninots indultats para que puedan ser contemplados en cualquier momento. Las expectativas que se han creado entre los especialistas pasan necesariamente por conseguir un museo etnológico en toda su amplitud, de manera que, además de las obras maestras de los artesanos falleros, se abra un espacio a la indumentaria, la investigación, los complementos, la crítica... todo un mundo al que los propios vecinos puedan aportar también su granito de arena para conseguir un centro de auténtica relevancia.

Si el Museu de la Taronja ha alcanzado unas cotas inimaginables gracias al tesón de Vicente Abad y la colaboración de unos pocos, el centro dedicado a las fallas --con estudiosos de la talla de Santiago Ríos, entre otros-- no puede ser menos. Estamentos oficiales, empresarios, artistas, Ayuntamiento y toda la sociedad deben cooperar para que este proyecto sea una realidad y consiga crear el espacio y las condiciones idóneas para albergar la artesanía fallera y toda la etnología que le rodea.