Hace unos meses, en la esperada reapertura del Espai d´Art Contemporani, el conseller Alejandro Font de Mora bromeó sobre la discutida Prótesis institucional de Santiago Cirugeda. Decía que al conocer el título de la exposición temió ser estampado contra la desventurada fachada del museo.

Habría sido algo así como la botadura de un barco, pero con alto cargo haciendo las veces de botella de cava. El político villarrealense salió indemne de la inauguración, pero con el tiempo, miren por dónde, al final ha habido quien se ha estampado contra otro proyecto del arquitecto andaluz.

Cuando viajaba a la inauguración de Construmat, en Barcelona, la ministra Trujillo no sospechaba del peligro que le esperaba. Ya en la feria, basó sus declaraciones en una idea de Cirugeda, el minipiso de 30 metros cuadrados. La propia nota de prensa del Ministerio de Vivienda admitía que la propuesta de los pisos reducidos es "arriesgada", aunque sin duda no tanto como las declaraciones de la titular del Ministerio.

Trujillo elogió el planteamiento y abogó por modificar la normativa para que se puedan construir VPO de menos de 40 metros. Sus palabras fueron recibidas con el alborozo que siempre causa la genialidad. ¿Puede ser buena la idea? Sin demagogia y con un plan bien diseñado, nada es imposible. Lo seguro es que si con las "soluciones habitacionales" la ministra extremeña se hizo popular, su nueva ocurrencia ha levantado una polvareda sin cuento en una materia sobre la que --oh, paradoja-- carece de competencias. Luego se vio obligada a matizar que se refería a una solución provisional para jóvenes y yendo un poco más allá, respondió airada a sus críticos que la dignidad no se mide en metros cuadrados. Al fin, llegó a la conclusión de que este país no está preparado para entender el proyecto.

Posiblemente lleve razón la ministra, como otros genios incomprendidos. Si su insólita habilidad para fabricar titulares de prensa inspira el próximo proyecto de Cirugeda, la exposición promete. Permanezcan atentos, por si acaso.