Este año la UGT celebra el 1° de mayo, Día Internacional del Trabajo, bajo el lema de "Más empleo estable, mejor protección social", y en un nuevo escenario de diálogo social derivado del cambio de Gobierno producido como consecuencia de las pasadas elecciones generales, y que ha dado frutos tan importantes como la revalorización del salario mínimo interprofesional y de las pensionas mínimas, y la puesta en marcha del proceso extraordinario de normalización de inmigrantes. No obstante, aún queda mucho por hacer.

Este 1° de mayo se unen viejas y nuevas reivindicaciones que plantean como objetivo la mejora de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras de nuestras comarcas, la mejora, en definitiva, de nuestra sociedad bajo las premisas de un empleo digno y con derechos, y con la garantía de unas prestaciones sociales justas y que atiendan a los más desfavorecidos. Sólo basta dar un vistazo a nuestro entorno para comprobar que las reivindicaciones del derecho a un trabajo y a una vivienda digna, a una sanidad pública eficaz, a una educación pública de calidad y a unas pensiones justas y suficientes para nuestros mayores, siguen siendo hoy más necesarias que nunca.

En la UGT cada 1° de mayo salimos a la calle para recordarle a la Administración su obligación de garantizar los derechos sociales y laborales de los trabajadores y trabajadoras. Y este año, de nuevo, lo hacemos en un entorno socioeconómico que no invita al optimismo. La crisis que el Gobierno valenciano se niega a reconocer sigue instalada en nuestra economía, y nuestros principales sectores productivos pierden posiciones frente sus más directos competidores.

En nuestras comarcas el sector del azulejo, el mueble, el textil, la hostelería y la agricultura siguen enfrentándose a importantes dificultades y hace tiempo que nuestra provincia pasó de encontrarse en una situación de pleno empleo a tener importantes dificultades para absorber la mano de obra que se incorpora al mercado de trabajo. Empresas emblemáticas de nuestra provincia como Porcelanatto, Cerámicas Diago o Dusen, se enfrentan a importantes procesos de reducción de plantilla que evidencian que hace tiempo que dejamos de ser el Levante feliz, si es que alguna vez lo fuimos.

La UGT quiere en este 1° de mayo denunciar que la siniestralidad laboral sigue siendo una lacra presente en nuestros centros de trabajo, y ante los mensajes triunfalistas tan sólo cabe recordar que en nuestra provincia desde 1996, año en que entró en aplicación la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, al año 2004 se han producido 108.771 accidentes laborales. Mientras tanto, la inspección de Trabajo en Castellón se encuentra reducida a su mínima expresión y el Gobierno valenciano no toma medidas para atajar la precariedad en el empleo, que se ha constituido en una de las principales variables de la siniestralidad, ni es capaz de poner en marcha el tan esperado como necesario Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo.

Este 1° de mayo es también el día de todos aquellos trabajadores y trabajadoras inmigrantes que viven y trabajan en nuestras comarcas, de los que ya se encontraban en situación regular y de todos aquellos que gracias al proceso de normalización que finalizará en breves días podrán incorporarse a nuestra sociedad con derechos laborales y de ciudadanía en igualdad de condiciones al resto de trabajadores.

Para la UGT, el 1° de mayo sigue siendo un día para la reivindicación y para la reflexión, y al tiempo un estímulo para la acción durante los restantes 364 días del año. Por todo ello, el 1° de mayo sigue más vivo que nunca.