Un grupo de empresarios del sector cerámico iniciaban ayer una experiencia pionera, histórica y, sobre todo, arriesgada. La constitución de Encersa, la sociedad que integran 24 compañías y cuyo objetivo es conseguir precios de gas natural más económicos, marca un antes y un después en una aspiración que, hasta la fecha, no había pasado de ser una idea. El impulsor, como no podía ser de otra manera, es el presidente de Pamesa, Fernando Roig, un hombre que ha sabido aglutinar los apoyos necesarios y que ha dado el primer paso en un camino en el que, hasta hace bien poco, muy pocos pensaban que se podía dar.

Y es que el camino se hace andando. Hace muchos años que el gas registra subidas constantes, sin que haya pasado a la acción. Pero más vale tarde que nunca. Algo tan estratégico para toda la industria como es el gas natural no puede estar en manos ajenas, y mucho menos cuando la legislación aprobada por el ministro José Montilla no ayuda, en nada, en la liberalización efectiva del mercado gasístico.

El camino es largo y difícil, pero seguro que no lo es más que cuando un ya histórico grupo de empresarios osó, en el año 1956, a adentrarse en la industria cerámica. Si por algo se ha caracterizado el sector es, precisamente, por no tener miedo.