Querido lector:

Este martes se reúnen los dos principales líderes políticos de la Comunitat por primera vez de forma oficial tras auparse a los liderazgos orgánicos de sus formaciones en sus respectivos congresos. Alberto Fabra además ostenta la presidencia de la Generalitat y aunque Ximo Puig no participa de la política valenciana parlamentaria al no ser diputado autonómico sino nacional, la dirige como si lo fuera, por lo que la cumbre también poseerá un carácter institucional que debería resolver varias cuestiones básicas de la Comunitat... y por supuesto de Castellón, porque ambos son castellonenses y esa es una cuestión que ambos no tienen que olvidar.

Con toda seguridad, en la agenda habrá tres puntos básicos generales, aunque abordarán otros colaterales de forma más puntual. Dos de carácter económico y uno político. Los dos primeros, con el marco de la crisis de fondo, serán la insuficiente financiación autonómica valenciana y las políticas de austeridad y recortes emprendida por la Generalitat para intentar hacer sostenible la administración y el sector público valenciano; y en segundo lugar las políticas de empleo e incentivos para la activación económica.

En ambos puntos, los más importantes, habrá acuerdo y desacuerdo. Seguramente en reivindicar más financiación al Gobierno central y en la puesta en marcha de políticas de empleo podrán llegar a consensos, pero no en los recortes del presupuesto público, especialmente en materia sanitaria y educativa.

En el tercer punto, el político, será el más difuso. Puig pedirá la cabeza del portavoz popular Rafael Blasco y un saneamiento de los políticos imputados del PP, y Alberto Fabra le señalará que los tiempos en la política de limpieza que ha iniciado en su mandato los marcará él.