En el año 2011 la Comisión Europea publicó un nuevo libro blanco relativo a la política europea de transportes, que lleva por título Hoja de ruta hacia un espacio único europeo de transporte: por una política de transportes competitiva y sostenible, donde se establecen las directrices en esta materia con una proyección que alcanza el año 2050. Su contenido resulta revelador en lo que concierne al futuro del sector del transporte de mercancías en los próximos años y, sobre todo, desvela cuáles van a ser las prioridades de los gobiernos europeos en materia de infraestructuras y políticas de transporte.

A este respecto, y en la misma línea apuntada por el libro blanco publicado en el año 2001, se considera el transporte intermodal como un elemento clave y se señala la necesidad de integración entre los diferentes modos para hacer el transporte sostenible y eficiente. En un contexto caracterizado por un flujo creciente de intercambio de productos y servicios, el ferrocarril y el transporte marítimo de corta distancia se vienen considerando, por parte de la Unión Europea, como elementos prioritarios en su política de transportes con el fin de complementar el transporte por carretera y contribuir a una movilidad más sostenible. De hecho, la Dirección General para la Energía y el Transporte, dependiente de la Comisión Europea, estima un incremento superior al 70% en el transporte de mercancías hasta el año 2020 en el contexto europeo. Dicho porcentaje supondría la saturación de muchas infraestructuras viales si el incremento fuera absorbido de manera mayoritaria por la carretera.

El transporte intermodal, a través de la combinación de diferentes modos, aprovecha las ventajas de cada uno de ellos, permitiendo una mayor eficiencia y una mayor sostenibilidad. A la vez que racionaliza la cadena logística de transporte reduce el consumo de energía, promueve el adecuado uso de las infraestructuras y disminuye el impacto medioambiental aprovechando la gran capacidad del transporte marítimo y del ferrocarril, al tiempo que la mayor flexibilidad que proporciona el transporte por carretera. De hecho, a pesar del crecimiento desigual de los modos de transporte, de tal manera que la carretera representa hoy la alternativa dominante en lo que concierne al transporte de mercancías, la Comisión Europea reconoce que, para los trayectos de corta distancia, no hay ningún transporte alternativo suficientemente adaptado a las necesidades de la economía como el transporte por carretera. Es por ello que no se trata de plantear una confrontación entre el transporte por carretera y el transporte marítimo o ferroviario, sino de fomentar la cooperación entre modos, de manera que la competencia se plantee entre cadenas multimodales de transporte.

No obstante, el transporte intermodal representa una mayor complejidad que el transporte unimodal, dado que diversos actores son responsables a la hora de organizar y controlar una parte de la cadena logística. Además, la complejidad de los problemas de asignación se acrecientan como consecuencia de la mayor variedad en lo que concierne a las unidades de carga. Aunque la realidad constata la existencia de dificultades para optimizar de manera adecuada las cadenas logísticas intermodales, resulta necesario buscar la cooperación entre los diferentes agentes de la cadena para poder ofrecer a los usuarios soluciones logísticas que sean viables, adecuadas a sus necesidades y competitivas económicamente.

En consonancia con lo anteriormente expuesto, y en el marco de los cursos de verano 2012 de la Universitat Jaume I, se propone un curso que lleva por título La intermodalidad en el transporte de mercancías: retos de futuro, y que pretende constituirse en un foro de reflexión acerca de los desafíos que este enfoque representa para el transporte de mercancías. El curso, que se celebrará los días 10, 11 y 12 de julio en el Edificio de la Autoridad Portuaria de Castellón, contará con ponentes de reconocido prestigio que mostrarán sus puntos de vista acerca la intermodalidad como elemento clave a la hora de optimizar la cadena logística y contribuir a un transporte más sostenible.

En la primera jornada, Jorge Ballesteros y Javier Gesé, del Ministerio de Fomento y de Puertos del Estado respectivamente, tratarán aspectos ligados a la modernización del transporte de mercancías por ferrocarril y al papel de los puertos en el transporte intermodal. Seguidamente, Fernando Martínez, catedrático de derecho mercantil de la Universitat Jaume I, abordará la cuestión del marco jurídico regulador en el transporte intermodal.

El segundo día estará dedicado al transporte marítimo de corta distancia, e intervendrán Manuel Carlier, presidente de la Asociación Española de Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia, y Antonio Vargas, director general de Grimaldi Logística España, una de las compañías navieras líderes en el desarrollo de esta modalidad de transporte en el contexto europeo, y que actualmente opera diversas líneas entre España e Italia.

El tercer día estará centrado en la intermodalidad ferroviaria, e intervendrán Daniel Lebreton, director comercial de Lorry Rail, empresa que opera la autopista ferroviaria entre Perpiñán y Luxemburgo, y Antonio Pérez, presidente de la Unión de Operadores de Transporte Combinado.

Además, las ponencias de los dos últimos días serán complementadas con sendas mesas redondas para que otros profesionales de reconocido prestigio puedan aportar sus visiones acerca de las cuestiones abordadas durante la jornada. H