Querido lector:

Las perspectivas de todos los organismos económicos y de las entidades que analizan las variables macroeconómicas no son halagüeñas para el 2013 a nivel general y tampoco para la provincia de Castellón. Los propios empresarios castellonenses consultados por la Cámara de Comercio intuyen que a pesar del incremento y de la buena marcha de las exportaciones registrada en los dos últimos años, el año 2013 puede complicarse debido al parón que va a experimentar la Unión Europea, el principal mercado de los sectores exportadores de Castellón, como el azulejo o la agricultura.

Pero esta recesión o crecimientos económicos pírricos en los países ricos europeos no solo dificultará el elemento que ha salvado hasta ahora la marcha económica castellonense. También afectará a otra pata importante de nuestra economía como es el turismo, el sector con más potencial de crecimiento hoy por hoy y el que está recibiendo las máximas atenciones por parte de los sectores públicos a la hora de promocionarlo en el exterior ante el bajón nacional.

Con estas perspectivas, a las que se suma la escasa capacidad de los sectores públicos nacional y valenciano (totalmente centrados en reformarse y en encontrar fórmulas para su mínimo sostenimiento con políticas de austeridad e impositivas) para inyectar inversión, no es de extrañar que exista mucha preocupación. Y si a todo esto, añadimos, además, la lentitud con que se desarrolla la reforma del sistema financiero, imprescindible para que fluya crédito entre familias y empresas con el que potenciar el consumo, la actividad y el empleo, nos encontraremos con un 2013 muy parecido al 2012, aunque con situaciones empeoradas por el castigo acumulado. Pónganse la coraza.