El Ayuntamiento de Castellón prevé ingresar un 150% más por la tasa de ocupación de vía pública con mesas y sillas. Este año ya lo ha hecho en un 75%. La hostelería está que trina. Una cafetería con cuatro mesas y dieciséis sillas en la calle paga un tasazo de media de 950 euros cuando el año pasado era la mitad. En la plaza Santa Clara un bar ha pagado 4.000 euros y otra cafetería ha dicho que retirará su terraza. Además, el recargo ha aumentado un 20% si se paga un día después de expirar el plazo. El año pasado era el 5% y 10% los dos días siguientes. ¿Es este el liberalismo del PP que favorece la iniciativa privada? A mi pesar, no. Hay que cumplir el objetivo del 150%. Números antes que ideología.

El año pasado los ingresos por esta tasa sumaron 115.000 euros, este, 200.000, y el próximo, se triplicarán. Algunos ya hablan del terrazazo. Hace unos años, con la ley antitabaco, hubo un rechazo a estas terrazas. Ahora son una generosa fuente de recaudación. ¿Qué contraprestación ofrece el Ayuntamiento?

Los municipios deben cuadrar los presupuestos al contar con menos transferencias de otras administraciones y por haber asumido competencias impropias, pero no hay derecho que quien pague los platos ratos en esta ocasión sean las cafeterías y restaurantes que ya están asfixiados económicamente. Espero, al menos, que el precio del cafelito matinal no nos lo suban. Es un error gravar al que genera actividad, animación y empleo en la ciudad. ¿No sería más lógico gravar igual o menos para que hubiera más terrazas? Así se estimula la economía. El Ayuntamiento está aún a tiempo de corregir el terrazazo la próxima semana. Veremos. H