La conocida como dieta mediterránea es aquella que se consume en España, sur de Francia, sur de Italia, Grecia y Malta. Hablamos de ella como una dieta especialmente saludable porque se trata de una alimentación equilibrada, basada en aceite de oliva, vino, verduras frescas, frutas, pescado, especialmente pescado azul; el pan y cereales integrales. Esta dieta está asociada con un menor riesgo de deterioro físico y los expertos sostienen que no sólo previene enfermedades cardiovasculares, sino también combate la oxidación, el envejecimiento prematuro, el cáncer, e incluso es capaz de remediar la depresión. Pero, aun así, el estilo de vida que debe acompañar a esta dieta también tiene mucho que ver en nuestra salud.

Algunas de las pautas a seguir son las de abandonar el sedentarismo, tener una mayor actividad física y consumir menos carnes rojas. Asimismo, es importante evitar las comidas rápidas, industriales y precocinadas; que contienen gran cantidad de grasas saturadas y escasos nutrientes. H