Cada vez que se produce una expropiación velamos desde la Unió de Llauradors para que no se pisoteen los derechos de los afectados y por ello tratamos de defender de la mejor manera posible los intereses de los mismos.

Pensamos que es lógico que el propietario de un terreno agrícola quiera conseguir un precio justo por una tierra que en la mayor parte de los casos se transmite de padres a hijos durante varias generaciones, teniendo un valor incluso más sentimental que a veces económico. No se debe olvidar tampoco que cuando se le expropia a un agricultor, a un profesional que vive de sus tierras, se le ve privado muchas veces sin quererlo de su medio de producción y obtención de ingresos. Los agricultores deben ser compensados así de forma justa por tanto porque son los que más pierden.

Por este motivo agrupamos a un importante número de afectados y acudimos al Jurado Provincial de Expropiaciones cuando nos dieron unos precios ridículos en las obras del gasoducto Tivissa-Paterna que afecta a bastantes pueblos de nuestra provincia. El problema surge cuando este jurado sigue sin fallar casi dos años después de aquello. Hablamos de una expropiación que se remonta a mayo de 2010 cuando comenzaron los alzamientos de actas para los afectados. Los afectados no han recibido apenas información al respecto ni por parte del jurado ni de la Administración cuando perdieron sus terrenos y medio de vida y ni siquiera saben el precio con que se les va a indemnizar ni cuando cobra.

Pasa el tiempo pero poco cambia. El Jurado provincial de expropiaciones está formado por un magistrado de la Audiencia Provincial, un abogado del Estado, un notario, un funcionario del cuerpo Técnico Administrativo que actúa como secretario, dos funcionarios técnicos y hasta el pasado mes de diciembre por un representante de la Cámara Agraria Provincial que ya no existe porque ha quedado disuelta. Este último era según la Ley de Expropiaciones el único representante del expropiado aunque no estaba nombrado por los representantes legales de los afectados.

Y menos mal que organizaciones como la Unió trabajan con profesionalidad y rigor para resolver todo lo relacionado con las expropiaciones. Si no, ni hablaríamos de llegar al Jurado. H