Querido lector:

Tras las comparecencias de los consellers de la Generalitat en Les Corts podemos sacar la primera conclusión. Han expuesto sus programas de intenciones en base generalmente a las propuestas electorales de cada partido en el gobierno autonómico y en base al pacto programático del Botànic que estructura la acción del propio Consell.

Poca gestión en estos tres meses de gobierno debido al escaso margen de tiempo transcurrido y a la problemática surgida entre los socios de gobierno para pactar el reparto de competencias entre las dos formaciones, PSPV y Compromís. Cuestiones a las que se suma el hecho de funcionar con los presupuestos heredados del anterior Consell.

No obstante, las principales líneas de gobierno autonómico aun sin poder ser aplicadas o en las que se han aplicado, a un nivel incipiente y con precipitación que ha llevado a errores (léase el bagaje de la Conselleria de Educación con el confuso inicio de curso) van pergeñándose.

Una de ellas, bien representada ayer por la consellera de Sanidad Carmen Montón es la tendencia al total control público de la gestión con un mayor peso de lo público frente a lo privado. En sanidad, por ejemplo, con la restricción de las externalizaciones y una mayor universalización pública con más personal, más centros y más equipamientos, con la renuncia a la vía de ingresos que suponen los copagos farmacéuticos o los que afectan directamente a la discapacidad.

La misma tendencia es la expuesta por el conseller Vicent Marzà en Educación. Más universalización de la enseñanza, más educación público frente a la concertada sobre la que se ejercerá un mayor control, más dotaciones en personal y centros para poder asumir una mayor oferta en alumnos de 0 a 3 años, en multilingüismo con cuatro lenguas, en mas alumnos universitarios, etc.

Se trata de una tendencia propia de la izquierda y de la socialdemocracia pero que tiene un pero enorme que, desgraciadamente, está sin resolver. Me refiero, claro está, a la financiación para poder pagarla.

Y en esas está Puig: ¡Más dinero!