Apreciado lector, quien suscribe está aún ojiplático ante la vergonzosa comparecencia de Mónica Oltra en Les Corts a cuento de las criminales andanzas de su entonces maridito, quien, recordemos, depredó sexualmente a una menor de edad que estaba en acogida en un centro bajo la tutela de la Generalitat y al cuidado del meritado exmarido.

Esto nada tiene que ver conmigo, ustedes hacen uso político, ¡panda de fascistas!, le faltó espetarnos a la adalid de la igualdad feminista, la Vicetodo de las camisas de protesta y que no solo calló sino que intentó ocultar de manera cobarde el abuso sexual de una menor que estaba bajo su tutela y todo ello, con el asqueroso silencio cómplice del Consell y de toda la infame patulea de las feministas que adornan, como floreros de ideología de género, al Tricortijo que nos mal gobierna.

Ninguna de ellas alzó su voz por esa niña, como ninguna de ellas lo hace cuando se ataca a una mujer no de izquierdas, llámese Ayuso, Rosa Díaz o Macarena Olona.

Una hipocresía más de esta izquierda aupada al poder y que no solo quiere destruir nuestra democracia, sino también pervertir el lenguaje hasta retorcerlo al nivel de lo imbécil. Aún me chirría la memez de Irene Montero con el «todas, todos, todes». Mas simpleza, estulticia e inutilidad en España ya no es posible.

¿Se imaginan ustedes qué hubiera pasado si el alegre maridito lo hubiera sido de una consellera de Ciudadanos, del PP o de Vox? La lapidación sería poco y aquí la Vicetodo como si nada, no va con ella, ¿a mí qué me cuentan?

Diputado por Ciudadanos en Les Corts Valencianes