Hoy es el día. Cuando este artículo vea la luz estaré subida en un AVE con destino a la capital de España, donde hoy se celebran las elecciones a la presidencia de la Comunidad. Como único equipaje llevo la ilusión de defender un proyecto político en el que creo y que tiene en Madrid a uno de sus mejores exponentes: Edmundo Bal. Pase lo que pase hoy, me volveré a Castellón orgullosa del trabajo que ha hecho Ciudadanos y, de forma sobresaliente, el candidato de mi partido. Un oasis de moderación, cordura y dignidad en medio de un desierto de radicalidad.

Es una pena que las encuestas solamente reflejen la intención de voto y no el compromiso democrático de los candidatos o su vocación de gobierno. Porque gobernar es, básicamente, dialogar y llegar a acuerdos con el adversario por el bien de la ciudadanía. O así debería ser. Sin embargo hemos visto una de las campañas más crispadas, agresivas y violentas que se recuerdan. Con episodios que rozaban la vergüenza y han traspasado todas las líneas rojas de la convivencia entre partidos. Ha sido un espectáculo triste, con cargas policiales y mítines que parecían sacados de otras épocas, pero puedo decir alto y claro que no ha sido con nuestra ayuda. No con la de Ciudadanos.

Como casi todo en esta vida, las cosas no son blancas o negras. Hay miles de pequeños matices y diferencias que nos hacen únicos. No nos debe extrañar por tanto que el lema Comunismo o libertad se haya convertido en la bandera de algunos, el O yo o el caos que tantos daño ha causado en la historia de nuestro país. Todo o nada, sin término medio, sin centro. A tumba abierta hacia uno de los dos extremos y sin frenos, directos al inevitable choque de trenes. Me pregunto si es eso lo que realmente les importa a los madrileños. Una vez más, poco o nada se ha hablado de proyectos. El motivo es muy sencillo: insultar es simple y rápido. Proponer requiere tiempo, trabajo y esfuerzo. Allá cada uno.

¿Qué pasará tras el 4 de mayo?

Acabo con la pregunta del millón. ¿Y después del 4 de mayo qué pasará con Ciudadanos? Pues que seguirá siendo, más necesario que nunca, Ciudadanos y el centro que representa. Si lo dudáis, repasad todo lo sucedido en las últimas semanas y preguntaros si es lo que quieren los madrileños o los españoles para los próximos años. Yo creo que no. O como, magistralmente ha reflejado una valla publicitaria de una empresa de pipas... ¿Por qué no nos relajamos todos un poco? Así creo que no podemos continuar.

Mi billete es de ida y vuelta: Castellón-Madrid-Castellón. Y mi compromiso con mi provincia sigue intacto. Mañana seguiré trabajando por todos y cada uno de los municipios que votan cordura y no crispación. Tenemos mucho trabajo por delante y los mismos retos a los que se enfrentarán madrileños, gallegos, vascos o catalanes. Construir una sociedad mejor, más libre y menos sectaria. Entre todos, con todos. Tan plural y dinámica como una estación de trenes. Por cierto, la próxima es Atocha. ¡Bienvenidos a Madrid!

Portavoz de Ciudadanos en la Diputación Provincial y teniente alcaldesa de Benicàssim